¿No sabes si lo consumirás en poco tiempo? ¿No estoy seguro de saber cómo cortarlo correctamente? ¿Crees que, quizás, el verano se seque antes?
Seguro que estas son algunas de las preguntas que tienes en mente… ¡No te preocupes!, te ayudaremos a tomar la mejor decisión que se ajuste a tus necesidades.
De entrada dirás que lo más práctico y sencillo es comprar el jamón directamente cortado y envasado.
Sabemos que, la actuación, se obtiene entre un 15 y un 20% más cuando la pieza la corta un PROFESIONAL que si la cortan en casa. De esta forma, sabemos que no perderás absolutamente nada de jamón y así obtendrás producto adicional. Además, cuando envasamos al vacío en sobres individuales, podemos transportarlos fácilmente, y guardarlos en el frigorífico conservando su sabor, textura y sabor. De ahí que se esté convirtiendo en una de las opciones más buscadas.
Pero si eres un romántico y quieres esa pierna de jamón entera, ¡no hay problema! También es una buena opción. Las siguientes son algunas recomendaciones a considerar para la conservación:
Desde el momento en que se empieza a cortar un jamón, éste empieza a perder propiedades, por lo que es recomendable cortar un poco casi a diario y comerlo en el plazo de un mes más o menos, para que no se seque.
Si aún no ha comenzado, la posición en la que debe estar es vertical y la pierna tan alta. Pero una vez abierto, su posición natural es un soporte jamonero, que le facilitará el corte.
Si es necesario, como hemos dicho en otras ocasiones, la temperatura ambiente del lugar de almacenamiento está por debajo de los 20º, idealmente entre 12 y 18º. Así el jamón no suda. Y recuerda que la luz del sol no debe incidir directamente sobre la pieza.
